En los procesos de crisis familiar, las medidas son las reglas que regirán ciertos aspectos de la vida de los excónyuges desde el momento en que se adopten. Entre ellas, destacan:
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Las medidas pueden adoptarse de mutuo acuerdo por los cónyuges, aunque las que afecten a los hijos menores necesitarán el visto bueno del Ministerio Fiscal y la aprobación del juez. A falta de acuerdo, vendrán impuestas por el Juzgado en un procedimiento contencioso.
Por otro lado, las medidas pueden ser provisionales, cuando se adoptan al inicio del procedimiento o incluso antes y sirven para regular la situación mientras se tramita el divorcio; o definitivas que son las que se fijan en la resolución que pone fin al proceso y sustituyen a las que se hayan adoptado provisionalmente, que perderán su vigencia.
Estas medidas pueden tener una enorme incidencia en nuestra vida más allá del divorcio o separación. Ello, sumado al hecho de que las provisionales pueden adoptarse muy rápidamente, hace muy recomendable recurrir al asesoramiento de abogados especialistas en derecho de familia.